Audi confirma el cierre de su fábrica en Bruselas: Fin de una era para el Q8 e-tron

Audi ha anunciado oficialmente el cierre de su emblemática fábrica en Bruselas el próximo 28 de febrero de 2025, marcando el final de una era para la producción del Q8 e-tron. Esta decisión, considerada “dolorosa” por el jefe de producción de Audi, Gerd Walker, pone fin a meses de dudas y rumores sobre el futuro de esta fábrica, que emplea directamente a unas 3.000 personas.

La fábrica, originalmente una referencia para el ensamblaje de coches eléctricos, experimentó serios problemas que llevaron a su inevitable clausura. Según Peter D’hoore, portavoz de Audi, la búsqueda de alternativas, como la venta o la reconversión de la planta, resultó infructuosa. De hecho, se exploraron conversaciones con hasta 26 posibles inversores, incluidos fabricantes de vehículos comerciales y otros interesados, sin lograr un acuerdo sólido.

Razones detrás del cierre del centro técnico de Audi en Bruselas…

La decisión de cerrar la planta de Bruselas responde a la unión de factores clave. Uno de los principales motivos fue el bajo rendimiento comercial del Audi Q8 e-tron, un SUV eléctrico de gran tamaño y elevado precio, que no logró cumplir con las expectativas de ventas. A esto se sumaron los altos costes de producción y salarios en Bélgica, así como una ubicación poco estratégica, alejada de proveedores clave y rodeada por áreas residenciales.

A futuro, el sucesor del Q8 e-tron se fabricará en México, lo que confirma un cambio estratégico de Audi hacia países con menos costes operativos. La decisión de trasladar la producción refleja también los retos que enfrenta la industria automotriz europea, cada vez más presionada por competencia externa, especialmente de fabricantes chinos, y por la transición hacia la movilidad eléctrica.

Impacto en los trabajadores y la economía local

El anuncio del cierre ha generado profundas preocupaciones entre los empleados de la planta y la comunidad local. Además de las 3.000 personas empleadas directamente, se estima que cientos de subcontratistas también sufrirán las consecuencias. La ausencia de un plan claro de reubicación para los trabajadores o de una alternativa para mantener la actividad en el sitio ha sido motivo de protestas y manifestaciones en las últimas semanas.

En noviembre, fueron frecuentes las especulaciones sobre posibles compradores. Entre ellos, se mencionó al fabricante chino de coches eléctricos Nio, aunque su CEO, William Li, desmintió los rumores de interés. Finalmente, Audi concluyó que no había alternativas viables para mantener la planta operativa.

Un episodio que marca un cambio estratégico

La planta de Bruselas fue durante años un símbolo del compromiso de Audi con la producción de vehículos eléctricos en Europa, especialmente con la llegada del Q8 e-tron. Sin embargo, la decisión de cerrar refleja las dificultades que enfrenta la industria automotriz en Europa, que no solo compite con mercados emergentes, sino que también lidia con problemas estructurales, como altos costes energéticos y laborales.

En palabras de Gerd Walker, este cierre ha sido uno de los momentos más difíciles de su carrera profesional. A pesar de los esfuerzos de Audi y del Grupo Volkswagen por salvar la planta mediante negociaciones con inversores, el desenlace parece inevitable. Hasta la fecha de cierre, los trabajadores seguirán produciendo el Q8 e-tron, marcando el final de una etapa significativa para la fábrica.

Esta noticia, además, subraya la creciente tendencia de llevar la producción de modelos clave a países como México, donde los costes de producción son mucho más ajustados. Este movimiento estratégico de Audi podría ser imitado por otros fabricantes europeos en el futuro más cercano.

Mientras tanto, las autoridades locales y sindicatos se mantienen atentos a las discusiones sobre posibles medidas de compensación para todos los afectados. Este cierre no solo representa la pérdida de empleos, sino también un golpe emocional para una región que, históricamente, ha estado vinculada a la producción automotriz.

El cierre de la fábrica en Bruselas refleja cómo la industria automotriz está en constante cambio, ajustándose a nuevas realidades económicas y logísticas. Además, pone en relieve la importancia de la planificación estratégica a largo plazo en un sector que se enfrenta a desafíos cada vez más complejos. Aunque esta decisión es un revés para Bélgica, también podría ser una oportunidad para replantear la competitividad de Europa en el mercado global de la automoción.

Fuente – Automotive News

Imágenes | Audi

Fuente de este artículo: Eléctricos – Actualidad Motor
Enlace de la fuente: Visitar a la fuente