Señoras y señores, el Ford Capri está de vuelta. Si hacen un poco de memoria recordarán que la firma yanqui no está viviendo su mejor época en Europa. En sí, lleva ya varios años que parece no acertar con sus planes de futuro en cuanto a establecer una gama solvente y, sobre todo, rentable. El adiós de los Fiesta y Focus parecía que iba a venir acompañada por una avalancha de modelos eléctricos que tenían que ser superventas pero eso no será así en breve.
Así es como el Blue Oval ha tenido que modificar sus planes de electrificación en Europa. A día de hoy la marca no ha indicado «muy bien» cuál es su hoja de ruta pero parece que apostarán por la serenidad para volver a los números negros. Sin embargo, el desarrollo del nuevo Capri no lo han podido parar pues se inició mucho antes de su particular «debacle». Y ahora que ya es oficial toca conocerlo y juzgar si un nombre mítico puede volver así…
Como ya sabéis y anunció la propia Ford hace tiempo el nuevo Capri no es un coupé como lo fue el original. Ahora estamos ante un SUV de estilo coupé que quiere acercarse al mítico para llamar a la nostalgia de los que en su día lo conocieron. Para ello ha empleado elementos como la banda negra que une las ópticas frontales, amén de las ópticas que gracias a los diodos LED de su interior nos recuerdan vagamente a las que lucía el último Capri…
Otro elemento de diseño que quiere evocar a su antecesor es el capó con líneas marcadas que dan paso a una línea de cintura elevada. Para restar peso visual al lateral las puertas integran en la zona baja una moldura piano black que se extiende por los pasos de rueda y le da un toque off road. Por su parte la curva del techo no parece estar muy acusada en su caída posterior aunque juega bien con el pilar «C», su quiebro y la integración del tercer volumen.
Este tercer volumen es totalmente falso aunque parece existir gracias a lo tendido del pilar «C» y la luneta trasera. En favor de darle un toque dinámico la tapa del maletero lleva un pequeño spoiler que le da un toque deportivo a este plano. Por su parte las ópticas posteriores replican el diseño de las anteriores con un estilo horizontal que utiliza diodos LED para su diseño. En último lugar, las llantas de entre 19 y 20 pulgadas son atractiva y aerodinámicas.
De puertas adentro el nuevo Ford Capri recuerda al último Explorer eléctrico. En primer lugar llama la atención por el diseño del volante casi cuadrado con un tercer radio inferior que recuerda al del Capri original. El cuadro de instrumentos, digital configurable, combina su información con la pantalla central táctil deslizable que va en el centro. Es de 14,6 pulgadas y sirve para resguardar el hueco portaobjetos «My Private Locker» del interior…
Pero este no es el único hueco portaobjetos que tiene el nuevo Capri. El túnel central oculta una guantera que tiene a su favor 17 litros y que podría ocultar hasta un portátil de unas 15 pulgadas. En cuanto a confort, incluye unos asientos ajustables eléctricamente con memoria y función masaje combinados con un volante calefactable. Pero hay más ya que el conductor puede iniciar el preclimatizador del interior a distancia gracias a la aplicación para móviles.
La conectividad inalámbrica es de serie gracias al sistema Ford SYNC Move que permite Apple CarPlay y Android Auto sin cables así como la carga inductiva para los smartphones. A más suma un sistema de navegación en red que siempre está actualizado y, además, permite gestionar las rutas para tener siempre cerca cargadores con los que llenar sus baterías. Como colofón, hay un sistema de sonido B&O con 10 altavoces, barra de sonido y subwoofer.
Con todo, el nuevo Ford Capri es mucho más que una «cara bonita». Si hacéis un poco de memoria recordaréis que el Blue Oval licenció la plataforma MEB del Grupo Volkswagen para dos modelos eléctricos. El primero es el Explorer de última generación y el segundo es este. Según la marca ha sido diseñado en Europa y la razón no se les puede quitar pero en sí, estamos ante un Volkswagen ID.4 e ID.5 con una carrocería, eso sí, mucho más original.
Así, el Capri de acceso es de propulsión trasera con una potencia de 210 kW (285,6 CV) con un par de 545 Nm. Para alimentarse recurre a una batería de iones de litio NMC (níquel-manganeso-cobalto) con 77 kWh de capacidad neta. Con él, el Capri pasa de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,4 segundos y cifra 180 kilómetros por hora de punta. Gracias a este conjunto la autonomía es de hasta 627 kilómetros con un pico de carga de hasta 135 kW.
En segundo lugar hay un Capri de tracción total con dos motores. El motor trasero de 210 kW se complementa con el motor que va en el eje delantero para 250 kW (340 CV) y 679 Nm de par máximo a las cuatro ruedas. Para alimentarse recurre a una batería de 79 kWh con hasta 592 kilómetros de autonomía. En conjunto, pasa de 0 a 100 kilómetros por hora en 5,3 segundos con una velocidad máxima que llega hasta los 180 kilómetros por hora.
Esta versión ofrece una potencia de carga superior, con un nominal de 185 kW por lo que, si encuentras un cargador, con esa potencia, realizar viajes con mayor solvencia. El gran inconveniente está en que el peso del nuevo Capri va de los 2.098 kilos a los 2.190 kilos cifra que no casa con un modelo de corte dinámico. Aunque hoy día eso no se mire tanto y sus prestaciones sigan siendo de auténtico infarto.
Fuente – Ford
Imágenes | Ford
Fuente de este artículo: Eléctricos – Actualidad Motor
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