Los coches han cambiado mucho en los últimos 25 o 30 años. A mediados de los años 90 llegaba el primer Renault Mégane Scénic, un modelo en formato monovolumen compacto pensado para las familias y derivado directamente del primer Mégane. Con el auge de los SUV, ese formato murió, pero la marca francesa ha sabido dar una nueva oportunidad al nombre del modelo. Ahora, el Renault Scenic 2024 cambia por completo.
Recientemente nos hemos desplazado hasta la provincia de Málaga, a la presentación internacional del Renault Scenic E-Tech; un modelo que, por cierto, acaba de ser reconocido como Car Of The Year, es decir, el Coche del Año en Europa. Os contamos todos los detalles de esta nueva generación que, por cierto, se convierte en un coche totalmente eléctrico.
Estéticamente poco o nada tiene que ver con el primer Renault Scenic. De hecho, aquella primera entrega se popularizó con motores diésel, mientras que ahora sólo se ofrece como eléctrico. Lo bueno es que tiene una de las mejores autonomías del mercado. Pero centrémonos ahora en el diseño.
Lo primero a mencionar es que ya no es un monovolumen, pero tampoco se puede considerar SUV ni un compacto. Es más bien un crossover. Deriva directamente del Megane E-Tech, compartiendo plataforma y casi toda la tecnología, aunque por estética exterior se diferencian fácilmente.
El nuevo Scenic mide 4,47 metros de largo, por lo está entre los más grandes de los compactos. Su distancia entre ejes es amplia, con 2,78 metros, mientras que mide 1,91 de ancho y 1,57 de alto. Es casi 30 cm más largo que el Megane. También es más ancho, más alto y tiene una mayor batalla. Un poquito más adelante veremos si dentro también es más espacioso.
En lo que a estética se refiere, toma el frontal de las últimas novedades conocidas, como el nuevo Rafale o la actualización del Clio. Es decir, utiliza ese estilo de faros que tanto recuerda a cierta marca compatriota. Seamos claros, a Peugeot.
Además, destacan los grandes pasos de rueda que alojan llantas de 19 o 20 pulgadas, las manecillas de las puertas enrasadas, la carrocería bicolor o una parte trasera más conservadora.
Por cierto, la carrocería está disponible en seis colores y hay cuatro niveles de acabado, que ordenados de menor a mayor equipamiento se denominan Evolution, Techno, Esprit Alpine e Iconic.
El Scenic se diferencia claramente del Megane en el exterior, pero en el habitáculo son casi dos gotas de agua. Al menos en las plazas delanteras; en lo que a volante, pantallas y consola se refiere. Una cosa que me gusta es tenemos climatizador con botones de toda la vida. También transmite una muy buena sensación de calidad de materiales, tiene buenos huecos para dejar objetos y cuenta con bandeja de carga inalámbrica y varias tomas USB.
Tras el volante tenemos el cuadro digital de 12,3 pulgadas, que modifica levemente su apariencia respecto a su hermano pequeño. Cuenta con varios modos de visualización, diferentes informaciones personalizables y cambia el estilo de diseño en función del modo de conducción seleccionado. Lo importante como siempre digo, se ve bien y no echamos en falta más informaciones.
Pero lo que más me gusta es que el sistema multimedia, la pantalla central del salpicadero, es de los más eficaces de cuantos hemos probado. Recuerda mucho a un smartphone de alta calidad a la hora de utilizarlo y lleva Google integrado. Como en el Megane, tenemos Google Maps con informaciones como el porcentaje de carga que tendremos al llegar a nuestro destino y un asistente de voz (Google Assistant) realmente efectivo y que nos entiende perfectamente.
Lo que es una novedad importante es el nuevo techo panorámico Solarbay del Renault Scenic E-Tech 2024. Cuenta con más de 1 metro cuadrado de superficie, pero no utiliza una cortinilla eléctrica, que es lo habitual. Cambia de opaco a transparente mediante un campo magnético, que mueve moléculas entre dos láminas de vidrio.
Este sistema cuenta con dos ventajas claras, que son:
Un espacio superior para ocupantes ya que en los techos panorámicos con cortina se suelen perder unos 3 centímetros y, en este caso, nos ahorramos esa pérdida
Menor peso, pues se evita el uso de todo el mecanismo de la cortinilla eléctrica. Además, ese peso al ir en la parte más alta del coche condicionaría parcialmente el comportamiento dinámico.
En la fila delantera se viaja desahogado, con buena sensación de espacio en todas las direcciones, especialmente si nuestra unidad lleva el citado panorámico. ¿Qué tal vamos detrás?
Las plazas traseras del Renault Scenic 2024 tienen un buen acceso gracias a que cuenta con una puerta muy grande, aunque si hemos aparcado cerca de una pared o de otro coche puede penalizar levemente. Dicho esto, como ocurre en casi todos los coches eléctricos, llevamos las rodillas un poco elevadas porque las baterías van en el piso y esto obliga a levantar un poco el suelo. Lo positivo es que el suelo es plano, sin túnel central.
Quitando ese detalle, tenemos una más que buena distancia longitudinal para las piernas, con bastante margen para tocar con las rodillas en el respaldo delantero. En dicho respaldo, por cierto, tenemos un revistero y dos pequeños bolsillos donde podemos colocar por ejemplo el móvil. El espacio para la cabeza también es bueno para adultos, y es justo aquí donde más destacamos el nuevo techo solar respecto a los que utilizan cortinilla, porque no perdemos espacio.
Un detalle que me ha resultado curioso es el reposabrazos central, que está muy elaborado. Al desplegarlo nos encontramos con apoyacodos acolchado que podemos levantar para encontrar un compartimento con dos tomas USB. En su zona más delantera podemos desplegar dos posavasos y también nos ofrece una serie de ranuras para colocar un móvil o una tablet e ir entretenidos durante el viaje.
La capacidad del maletero del Renault Scenic eléctrico es de 440 litros en medición VDA, que es un volumen normal teniendo en cuenta el tamaño del coche. Tenemos portón con apertura y cierre automático, además de un buen compartimento en el doble fondo que nos viene genial para guardar los cables de carga.
El único punto negativo que le veo a este maletero del Scenic 2024 es su boca de carga, que es un poco más ancha y se encuentra en una posición algo más alta de lo que a mí me gustaría, pues dificultará la carga y descarga de objetos pesados. A su favor tiene que los tapizados interiores son más que correctos.
Como decíamos al comienzo, el Renault Scenic es un modelo 100% eléctrico. No hay motores híbridos, ni diésel ni gasolina. Sólo es eléctrico. Hay dos versiones disponibles con distintas baterías, autonomías y potencias, mientras que siempre es de tracción delantera.
La variante pequeña se llama “autonomía confort” y lleva una batería de 60 kWh. Alimenta a un motor eléctrico de 170 CV y 280 Nm de par, homologando en ciclo mixto una autonomía de 430 km. Se puede cargar en corriente alterna a 7 kW de serie o hasta 22 en opción; mientras que en continua la potencia máxima es de 130 kW.
En nuestro caso estamos probando la de mayor capacidad, la denominada como “gran autonomía”. La batería asciende a 87 kWh de capacidad y homologa una autonomía mixta de 625 km; es decir, de las mejores del mercado. Se puede cargar en corriente alterna a 7 kW o 22 en opción, como la otra opción, pero en corriente continua llega a los 150 kW.
Por citar más datos de esta variante más capaz, la batería de 87 kWh alimenta a un motor eléctrico de 220 CV y 300 Nm. Sobre el papel, tiene una velocidad máxima limitada a 170 km/h, hace el 0 a 100 en 7,9 segundos y su consumo homologado es de 16,8 kWh/100 km, de ahí que homologue esa autonomía máxima de 625 kilómetros en uso mixto, aunque puede variar un poco en función del equipamiento.
Esta motorización es más que solvente para la gran mayoría de circunstancias, más aún si tenemos en cuenta el público objetivo de un coche como el Renault Scenic. Es cierto que existen otros coches eléctricos con prestaciones bastante más altas, pero sinceramente en muy pocas ocasiones se utilizará el máximo rendimiento.
Al llevar los 220 CV y 300 Nm de par en las ruedas delanteras, es posible encontrarnos con pérdidas de tracción saliendo de curvas lentas, pero sólo cuando hagamos el bruto. Es decir, si con el volante muy girado aceleramos a fondo, algo que ocurre también en coches de combustión.
Tras el volante tenemos levas, que sirven para variar la retención y, por lo tanto, la recuperación de energía, en cuatro intensidades. En la mitad inferior del volante, en el lado derecho tenemos el botón Multi-Sense, que son ni más ni menos que los modos de conducción. Estos cambian la respuesta del motor, el peso de la dirección y el “tema” del cuadro de instrumentos, pero no modifica la suspensión ya que el Scenic no cuenta con amortiguadores pilotados.
Y ya que hemos citado el volante, la dirección de este coche es bastante rápida, girando mucho las ruedas con poco ángulo de volante, y también tiene un radio de giro reducido, lo que ayuda bastante a maniobrar. Además, da una buena sensación de precisión, pues no obliga a hacer correcciones en curvas largas y de alta velocidad. Lo que no tiene es una gran comunicación, algo a lo que ya estamos más que acostumbrados en prácticamente todos los coches del mercado actual.
Como curiosidad, la postura de conducción es bastante agradable. Y no sólo porque los mandos queden a mano y los ajustes de asiento y volante sean amplios, sino porque pese al estilo crossover de la carrocería, vamos con las piernas relativamente estiradas, lo que a mí personalmente me gusta mucho; aunque entiendo que a lo mejor no gusta tanto a otros conductores.
Por su parte, la suspensión es ligeramente firme, pero esto no significa que sea ni mucho menos incómodo. Me ha gustado el equilibrio que muestra, porque en carreteras a buen ritmo no permite que la carrocería incline demasiado y el filtrado de los baches es bastante correcto.
En líneas generales, el Renault Scenic me ha parecido un coche muy decente en todos o casi todos los aspectos. Eso sí, tiene un par de cosas por las que una buena parte de las familias españolas, entre las que me incluyo, no nos lo podríamos comprar.
La primera es que no tiene disponibles motores térmicos, siempre es eléctrico. Y sí, tiene una buena autonomía, pero si no tienes garaje para enchufarlo estás vendidísimo. Sin garaje no te lo recomendaría en absoluto porque te vas a dejar un dineral en recargas.
La segunda es el precio. Es un coche eléctrico y eso se paga. El Scenic originalmente era un coche destinado a familias “normales”. Hoy pocas familias puede destinar 40.000 euros en un coche compacto, más aún teniendo en cuenta las limitaciones por ser un vehículo eléctrico.
En cualquier caso, que las únicas pegas que hayamos encontrado en este coche sean las limitaciones normales de cualquier vehículo eléctrico, además de su precio, y que la boca de carga del maletero sea algo mejorable es una noticia fantástica. Esto deja claro que el Renault Scenic E-Tech es un producto muy bueno comparando con sus rivales.
El siguiente listado de precios corresponde a las tarifas oficiales sin descuentos ni promociones. Tampoco incluye las ayudas del gobierno, a las que, por cierto, se pueden acoger todas las variantes del modelo francés.Motor Batería Acabado Precio 170 CV 60 kWh Evolution 39.900 € 170 CV 60 kWh Techno 42.900 € 220 CV 87 kWh Techno 46.900 € 220 CV 87 kWh Esprit Alpine 49.500 € 220 CV 87 kWh Iconic 50.900 €
Fuente de éste artículo: Eléctricos – Actualidad Motor
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