Vídeo: coches y agua, todo lo que debes saber para conducir seguro

El agua es un elemento cotidiano que, en determinadas circunstancias, puede transformarse en un peligro mortal cuando se combina con vehículos. A raíz de las recientes inundaciones en Valencia, es crucial entender cómo interactúan los coches con el agua, a qué riesgos nos enfrentamos y cómo prevenirlos.

Este artículo aborda las situaciones más comunes y peligrosas desde una perspectiva física, proporcionando consejos prácticos para mantenerte seguro al volante.

1. Entrada en un cuerpo de agua: Un riesgo subestimado

Cuando un coche entra en un cuerpo de agua, pueden ocurrir dos fenómenos peligrosos:

• Acumulación de agua: Si la velocidad de entrada supera los 8 km/h, el agua no tendrá tiempo de disiparse. Esto generará una ola que puede alcanzar el capó, inundando componentes críticos como la admisión de aire en coches térmicos, lo que provocaría un fallo inmediato del motor.
• Incremento de la profundidad: La acumulación de agua puede aumentar hasta 20 cm adicionales sobre la altura inicial, lo que rápidamente puede superar la capacidad de vadeo del vehículo.

Consejo: Nunca entres a más de 5 km/h en un cuerpo de agua. Evalúa previamente su profundidad; 30 cm pueden ser suficientes para comprometer tu seguridad.

2. Flotación: ¿Cuándo tu coche pierde el contacto con el suelo?

A partir de ciertas profundidades, cualquier coche comienza a flotar debido al empuje del agua, perdiendo tracción y control direccional.

• Un coche típico de 1.500 kg comenzará a flotar cuando el agua supere los 80 cm de altura, ya que la fuerza de flotación generada será equivalente a su peso.
• En ese momento, el control longitudinal y transversal del vehículo desaparece. Cualquier corriente, incluso leve, podrá arrastrarlo.

Ejemplo práctico: Un vídeo reciente muestra cómo un BYD comienza a flotar con el agua apenas llegando a los guardabarros, demostrando que incluso vehículos pesados no están exentos de este peligro.

3. Agua en movimiento: El gran enemigo

El agua en movimiento ejerce una fuerza lateral que puede arrastrar fácilmente un vehículo flotante o semisumergido.

• Una corriente de 10 km/h y 50 cm de profundidad puede generar una fuerza de arrastre equivalente a 568 kg sobre un coche. Esta fuerza es hasta 11 veces mayor que la adherencia de los neumáticos.
• En estas condiciones, incluso conductores experimentados no podrán evitar que el coche sea arrastrado corriente abajo.

Consejo: Evita cruzar corrientes de más de 20 cm de profundidad, especialmente si el agua se mueve rápido. Si la corriente parece capaz de mover una persona, será suficiente para arrastrar un coche.

4. ¿Por qué es difícil abrir una puerta bajo el agua?

El agua ejerce una presión que aumenta proporcionalmente con la profundidad. Una puerta de coche sumergida en 30 cm de agua soporta una fuerza de 44 kg, suficiente para dificultar o impedir su apertura.

• La única forma de igualar las presiones interior y exterior es permitir que el coche se inunde completamente, algo que toma tiempo y puede ser angustiante.

Solución:

• Baja las ventanillas antes de entrar al agua.
• Si no es posible, lleva un útil para romperlas rápidamente en caso de emergencia.

Resumen: Cuatro reglas de oro para conducir seguro en agua

Conclusión: El agua, un enemigo invisible

Aunque el agua parece inofensiva, puede ser un elemento devastador cuando no se respeta su fuerza. La física nos enseña que pequeñas profundidades, velocidades moderadas o corrientes rápidas pueden convertir cualquier trayecto en una situación de alto riesgo. Evitar conducir en estas condiciones es la mejor forma de prevenir accidentes.

En Autofácil, queremos que disfrutes de tu conducción con seguridad. Aprende, respeta los límites y recuerda: el agua es más poderosa de lo que parece.

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Fuente de este artículo: Tecnología – Autofacil.es
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