Hay una serie de características intrínsecas a los modelos de Tesla y que los hacen deseables. Se trata de cualidades como las prestaciones elevadas, la buena eficiencia, una autonomía excelente o el acceso a una red de Supercargadores que, hasta hace poco, era de uso exclusivo para los modelos de la marca.
Existen, sin embargo, otras muchas razones para comprar un Tesla, que podríamos englobar en lo que en Autofácil denominamos como golosinas o chucherías. Se trata de pequeñas funciones que hacen la vida más fácil y que, aunque no representan un argumento de venta poderoso si se las considera de manera individual… sí que pueden decidir la compra cuando se reúnen muchas y se las valora en conjunto.
En este video, hemos repasado una selección de las que consideramos las chucherías más importantes de los modelos de la marca americana. Y como verás, son suficientes como para invitar a cualquiera a comprar un Tesla.
Muchos fabricantes han intentado usar el teléfono como llave de manera efectiva. Algunos, como por ejemplo BMW y Mercedes, ya casi lo han conseguido. Pero todos los intentos de la competencia palidecen ante la efectividad del sistema de Tesla.
Cada Tesla viene con un par de tarjetas RFID que permiten vincular coche y teléfono. A partir de ese momento, basta con llevar el movil encima para que el coche se abra al acercarnos y arranque sin tocan ningún botón. No es necesario sacar el móvil, ni acercarlo a la maneta o desbloquearlo. Es tan eficaz como las (por otra parte, también brillantes) llaves tarjeta de Renault. Y permite tener tantas llaves del coche como desees. Además, y por unos 300 euros, también puedes comprar tantas llaves convencionales como quieras.
Casi todos los fabricantes tienen una aplicación de móvil que brinda cierto control sobre el vehículo… pero ninguna funciona demasiado bien. La aplicación del fabricante americano, en cambio, es un motivo en si para comprar un Tesla.
Desde la aplicación de Tesla puedes abrir y cerrar el coche al instante, comprobar lo que está ocurriendo alrededor (en tiempo real), mover el coche para meterlo y sacarlo de sitios estrechos e incluso comunicarte con gente que hay cerca del coche, exactamente igual que ocurre con muchas alarmas domésticas modernas. Y todos los comandos se ejecutan con un retraso máximo de apenas dos segundos.
Contar con muchas cámaras no es, en si misma, una razón para comprar un Tesla o cualquier otro vehículo; lo importante es lo que haces con ellas. En el caso de Tesla, las nueve cámaras que rodean al coche se utilizan para prestar una serie de servicios muy atractivos, como son:
Conducción (bastante) autónoma: funciones de control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril, vigilancia de ángulo muerto, frenada automática de emergencia ante coches y peatones, lectura de señales, y reacción ate semáforos y señales de stop.
Vigilancia perimétrica: el modo Centinela vigila el coche y lo protege, previniendo actos vandálicos
Vigilancia del interior y el conductor: una cámara en la base del retrovisor interior permite ver lo que está ocurriendo en el coche, y tampién permite evaluar el grado de atención del conductor cuando, por ejemplo, se usa la conducción autónoma de Nivel 2.
Todo coche eléctrico de «tres volúmenes» que se precie debe de contar con una disposición de elementos mecánicos lo bastante buena como para conseguir crear en el morro una zona desocupada. Este volumen, convenientemente revestido, se convierte en un frunk, front trunk o fraletero (que es la contracción de maletero delantero).
El frunk cumple dos funciones. Por un lado, obviamente, es un espacio adicional de almacenamiento que puede resultar muy práctico. Nosotros, desde Autofácil, recomendamos emplearlo para guardar cosas sucias que, sin embargo, deban de estar a mano, como por ejemplo el cable de carga del coche. Además, el frunk es un espacio vacío que cumple una excelente función de amortiguación en caso de choque: ya esté lleno o vacío, el frunk es el espacio menos rígido de la parte delantera del coche, y el primero en colapsar en caso de colisión frontal.
Los modelos de Tesla son «nativos táctiles», y eso implica que el número de mandos físicos del interior está reducido al mínimo. Eso podría ser un problema si el interfaz táctil no fuera excelente… pero, afortunadamente, lo es.
En cualquier caso, hay que admitir que, y a diferencia de todos los sistemas que hemos mencionado hasta ahora, la ausencia de mandos puede resultar frustrante para algunos usuarios. Otros pueden quedarse perplejos ante la simplicidad del diseño, que oculta incluso las salidas motorizadas de ventilación. Y algunos pensarán que un coche de más de 50.000 euros (o de 140.000, como en el caso del Model S Plaid que hemos usado como modelo para este video) debería tener más botones, selectores, palancas y ruletas. Bueno… como suele decirse, para gustos hay colores.
Todos los fabricantes están tendiendo a interiores totalmente táctiles… pero no todos lo están consiguiendo con la misma buena fortuna. Un interfaz digital y táctil debe de ser atractivo, pero funcional; sofisticado, pero práctico; elegante, pero fácil de aprender. Y, sobre todas las cosas, debe de ofrecer una respuesta rápida.
El interfaz de Tesla es todo eso. Las grafías son bonitas, la respuesta es instantánea, los menús son sencillos y los mapas coloridos. El resultado es un sistema táctil que permite hacer todo lo que antaño se hacía mediante botones físicos… igual de bien o mejor que con botones físicos.
Sinceramente, no está claro que este volante «mutilado» y con apariencia de mando de control de una avioneta o avión Cessna, Piper o Boeing sea una buena idea… pero nadie puede discutir que se trata de una idea poderosamente original(y, por lo tanto, de una excelente herramienta de marketing).
Tras muchos kilómetros a los mandos del Model S, hemos llegado a dos conclusiones. La primera, es que se trata de una solución poco práctica: existen muy buenas razones para que los volantes sean redondos… y, al suprimir gran parte de la circunferencia del aro del volante, Tesla se ha olvidado de resolver también los problemas asociados (como la dificultad que implica al maniobrar deprisa en lugares estrechos).
La segunda, es que se trata de una solución con tanta personalidad que un Model S sin Joke… no sería un auténtico Model S. Peores son las chapuzas que hace Balenciaga… y bien que se venden.
¿Por qué no tienen todos los coches un sistema de seguridad que grabe el entorno del coche cuando se detecta una amenaza y que te permita comprobar en tiempo real lo que está ocurriendo en su perímetro cuando, por ejemplo, lo dejamos aparcado en un lugar que creemos que es poco recomendable?
La pregunta anterior se la tenéis que hacer… al resto de fabricantes, porque los Tesla sí que lo tienen, y se llama Modo Centinela. Es tan impresionante como efectivo. Y además, como sólo se activa cuando se detecta movimiento cerca del coche, y tiene limitado el tiempo de «vigilancia» desde el móvil a 15 minutos diarios, su uso es perfectamente legal tanto en espacios públicos como comunitarios.
En un coche eléctrico, saber a qué ritmo se está consumiendo energía y cuánta va a quedar cuando lleguemos al destino es absolutamente vital. Y sin embargo, se trata de algo que la mayoría de fabricantes sigue sin entender. Pero no es el caso de Tesla.
El ordenador de a bordo de Tesla es excelente… y mejor que el de cualquier rival. No sólo te dice con qué nivel de batería vas a llegar a tu destino, sino que te justifica la respuesta, te explica en qué se está empleando la energía, te da consejos de conducción y, si parece que no hay carga suficiente para llegar, te asesora, sugiriéndote la velocidad correcta para alcanzar a tu destino. Y si, por supuesto que planifica tu viaje de manera automática incorporando las paradas de carga más apropiadas… ¡es un Tesla!
En Autofácil nos resistimos a considerar que el hecho de poder simular la emisión de ventosidades, el poder poner una imitación de fuego de chimenea en pantalla o el poder jugar a miles de videojuegos sean motivos para recomendar un Tesla. En lugar de eso, preferimos destacar funciones como el acceso al servicio de música en streaming con calidad de CD de Tidal.
La cuestión es que los Tesla ofrecen muchas funciones de entretenimiento sorprendentes, y que funcionan de forma fácil y efectiva. Y que no encontramos en otros fabricantes. Poder seguir viendo tu serie favorita de Netflix, seguir un stream de Twich o jugar a miles de videojuegos en Steam debería de ser un derecho, y no un privilegio reservado a los dueños de un Tesla. Sin embargo, y por desgracia, este no es un mundo justo.
Fuente de éste artículo: Tecnología – Autofacil.es
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