La batería del futuro: Batería de estado sólido

3 de mayo de 2023
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Los coches eléctricos son cada vez más populares y demandados por los consumidores, pero también se enfrentan a varios retos, como el precio, la autonomía, la seguridad y la sostenibilidad de sus baterías. Estas baterías, basadas en la tecnología de iones de litio, tienen algunas limitaciones y desventajas que podrían frenar el desarrollo y la expansión de la movilidad eléctrica. Por eso, muchos investigadores y fabricantes están trabajando en el desarrollo de nuevas baterías que superen estos problemas y ofrezcan mejores prestaciones y beneficios para los usuarios y el medio ambiente.

Una de las alternativas más prometedoras son las baterías de estado sólido, que se presentan como las futuras baterías de los coches eléctricos. Estas baterías son una evolución de las actuales de iones de litio, pero con una diferencia fundamental: en lugar de usar un electrolito líquido o gelificado para transportar los iones entre el ánodo y el cátodo, usan un material sólido, como un polímero o un cerámico.

¿Qué ventajas tienen las baterías de estado sólido frente a las de iones de litio? Según los expertos, estas baterías podrían ofrecer una mayor densidad energética, lo que se traduce en una mayor autonomía para los coches eléctricos con el mismo tamaño y peso de batería. Además, al no tener electrolito líquido, se eliminan los riesgos de fugas, inflamación o explosión, lo que aumenta la seguridad y la durabilidad de las baterías. También se reducen los tiempos de carga, ya que se pueden usar voltajes más altos sin dañar la batería.

Otra ventaja importante es que las baterías de estado sólido podrían reducir o eliminar el uso de algunos materiales escasos o contaminantes, como el litio o el cobalto, que son necesarios para las baterías actuales. Esto supondría un ahorro económico y una menor dependencia de países productores, así como una menor huella ecológica y una mayor facilidad para el reciclaje.

¿Cuándo estarán disponibles las baterías de estado sólido para los coches eléctricos? Aunque hay varios proyectos en marcha, tanto por parte de empresas como de instituciones académicas, todavía quedan algunos desafíos técnicos y económicos por resolver antes de que estas baterías puedan comercializarse a gran escala. Algunos de estos retos son mejorar la conductividad iónica del electrolito sólido, evitar la formación de dendritas que puedan perforar el material y provocar cortocircuitos, o abaratar los costes de producción.

Se estima que las primeras baterías de estado sólido podrían llegar al mercado en torno al año 2025, aunque dependerá del ritmo de la investigación y la innovación. Algunas compañías que están trabajando en este campo son Toyota, Volkswagen, Hyundai, BMW o QuantumScape, entre otras. Sin duda, se trata de una tecnología que puede revolucionar el sector del coche eléctrico y acelerar la transición hacia una movilidad más limpia y eficiente.

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