Me he quedado sin batería con mi coche eléctrico en carretera: ¿y ahora qué?

11 de agosto de 2023
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En verano los viajes abundan, y si tenemos un coche ‘verde’, también. Y es que el coche eléctrico ha supuesto una gran revolución en el conjunto de vehículos de toda la vida, también por su batería. Además de un mayor respeto al medio ambiente, la energía que necesitan estos coches para moverse es más económica que otros tipos de combustible y sus dueños pueden beneficiarse de interesantes bonificaciones en los impuestos, entre otras muchas ventajas más.

Por norma general, los coches eléctricos cuentan con dos baterías: una de mayor capacidad que es la que se encarga de mover el coche y que se recarga a través de una toma de corriente, y otra que es de menor tamaño y sirve para que los accesorios del vehículo funcionen. Pero, ¿qué es lo que ocurre si nos quedamos sin batería en mitad de la carretera? ¿Puede suceder? La verdad es que sí.

El miedo a quedarnos sin batería en nuestro coche eléctrico es algo real (y común)

La idea de estar lejos de casa con la batería de tu coche eléctrico muriéndose lentamente da miedo. De hecho, la idea de que estos se queden sin mientras conducen es uno de los principales motivos por los que mucha gente no compra este tipo de vehículos.

Esto se llama range anxiety, algo así como la ansiedad por la autonomía. Es decir, el miedo a quedarnos sin batería en mitad del viaje con nuestro coche eléctrico. Pero no hay que tenerlo y para vencer ese temor lo mejor es ser previsores. Es importante comprobar la cobertura de nuestro seguro en caso de avería y la asistencia que tenemos contratada.

Tu coche puede quedarse sin batería por muchas razones. Tal vez calculamos mal la distancia que teníamos que recorrer, ignoramos los avisos del coche, no cargamos en la última estación o, quizá, nos olvidamos de cargarlo durante la noche y no tuvimos en cuenta que el vehículo no estaba lleno cuando salimos. Le puede pasar a cualquiera…

Siempre es mejor planificar bien las rutas

Aunque sí es verdad que cada vez los coches eléctricos tienen una autonomía mayor, actualmente lo más común es que oscilen entre los 200 y 500 kilómetros sin necesidad de parar a recargar la batería. Aunque es cierto que esta distancia depende de otros factores como la velocidad, el clima o el tipo de carretera.

Al igual que ocurre cuando hacemos un viaje en un coche de gasolina o diésel, lo primero que debemos hacer es planificar bien nuestra ruta y marcar los puntos de carga.

Cada vez son más las estaciones de servicio y talleres que disponen de sistemas para recargar los vehículos eléctricos. Otro detalle importante es conocer bien qué tipo de seguro hemos contratado y qué coberturas tiene. Lo mejor es elegir uno que garantice asistencia en carretera en este tipo de ocasiones ya que, al igual que existen pólizas que no cubren la asistencia por falta de combustible, las hay que no la cubren por falta de batería. Igualmente, es importante saber cómo debemos actuar si nos quedamos sin batería en nuestro coche eléctrico.

Ante esto, y como primera opción, si vamos a hacer un viaje largo, intentemos siempre planificar las paradas teniendo en cuenta la autonomía. De este modo podremos parar en los puntos de recarga de la ruta y no tendremos que preocuparnos por la autonomía. Un planificador de rutas puede ayudarte a planificar los viajes en torno a las estaciones de recarga. Los planificadores de rutas, como Bonnet, pueden ayudarte a evitar quedarte sin batería en trayectos largos.

Nunca intentes empujar o remolcar el coche

Una vez nos haya pasado este hecho, no debemos preocuparnos en exceso. Ante ello, lo que tenemos que hacer es ponernos en contacto con nuestro seguro y nunca intentar empujar o remolcar nuestro coche eléctrico como si fuera uno de combustión. Esta idea podría ser nefasta para los motores eléctricos e incluso para nosotros, pues los vehículos eléctricos son mucho más pesados que uno de combustión.

Además, ya existen varias empresas que se dedican a suministrar electricidad móvil allí donde nos hemos quedado tirados mediante vehículos especialmente adaptados. Estos salvadores cuentan con cargadores de 7 y 22 kW capaces de suministrar energía suficiente para cubrir la distancia necesaria hasta un punto de recarga, ya sea para coches o motos. Cuentan con todo tipo de conectores y adaptadores para que la conexión no sea un problema.

La DGT puede multarnos

Por su parte, es importante considerar otros aspectos. Porque, además de los problemas que implica a la hora de conseguir ayuda y la pérdida de tiempo que supone, la Dirección General de Tráfico añade una consecuencia monetaria más a tener en cuenta. No es estrictamente por quedarnos sin batería, sino más bien por algunas actitudes que decidamos obviar.

Detener el coche en mitad de la carretera. Si notas que te estás quedando sin energía en tu coche eléctrico, deberemos activar las luces de emergencia y dirigirnos, con precaución, hasta una zona segura fuera de la calzada en el lado derecho y detener allí tu coche, dejando libre la parte transitable del arcén. Si no lo haces así y tu coche se queda parado en medio de la calzada, podrían ponerte una multa hasta 200 euros.
Poner triángulos de emergencia o luces de emergencia. Deberás señalizar con las nuevas luces de emergencia tu coche, o en su defecto con los triángulos de emergencia. No utilizar señalización de emergencia puede conllevar una multa hasta 80 euros.
El conductor debe ponerse el chaleco reflectante antes de salir del vehículo. No ponérselo podría hacer que los agentes le impongan una multa hasta 200 euros.

Fuente de éste artículo: Eléctricos – Actualidad Motor

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