La demanda de automóviles está cambiando mucho en los últimos tiempos, pues por un lado la sociedad busca los modelos más económicos y, por otro, los coches eléctricos empiezan a ser una alternativa real para muchas personas. El MG4 Electric es el compacto eléctrico que más ofrece por menos dinero, y eso le está ayudando a triunfar.
Con todas las campañas, descuentos, financiación y ayudas del gobierno tiene un precio de partida de 17.500 euros; aunque por supuesto con mucha letra pequeña. En la parte final de esta prueba repasaremos bien todo el tema de precios y versiones. Vamos a analizar este coche eléctrico barato de MG al dedillo.
Pero antes de nada es importante situar este coche en el mercado. Ya hemos dejado claro que es un modelo compacto y que es un vehículo 100% eléctrico. Mide 4,29 metros de largo. Por lo tanto, sus rivales principales son el Renault Megane eléctrico, los Cupra Born y VW ID.3, así como el también económico y chino BYD Dolphin. Porque sí, recordemos que MG es una marca china, perteneciente al todopoderoso fabricante SAIC Motor.
Podemos decir que el MG4 Electric es un coche realmente llamativo, y no sólo por el llamativo color Brighton Blue de nuestra unidad de pruebas, que entre tú y yo es un “Azul Pitufo”, sino porque tiene un diseño agresivo particular.
Sí, en algunos detalles recuerda bastante al Cupra Born, no lo vamos a negar. Tenemos un morro que comienza muy pegado al suelo pero que se eleva rápidamente. En la zona inferior vemos líneas muy marcadas, mientras que en los extremos tenemos faros LED afilados.
En el costado se percibe la gran distancia entre ejes, que es de 2,7 metros. Además, podemos destacar las llantas de 18 pulgadas, muy carenadas, y los detalles en negro, como los pilares, carcasas de los retrovisores o la zona inferior de la puerta y las taloneras.
La trasera es muy característica debido al doble alerón superior, a las líneas de diseño tan tensas y a un estilo de iluminación que llama mucho la atención. También cuenta con un difusor muy prominente que combina el color negro con el gris y ubica la luz de antiniebla en posición central.
El acceso no es del todo cómodo, pues las taloneras son anchas y es fácil golpearnos en el pie o en la zona del tobillo con las mismas. Esto, además de que podamos llevarnos un golpe algo desagradable, supone que es fácil mancharnos el bajo del pantalón y también que las personas mayores con baja movilidad no se sentirán muy cómodas para entrar y salir.
Una vez dentro, tenemos un interior que destaca por su sencillez. Es un diseño limpio, muy horizontal y poco recargado. Tenemos un cuadro digital con una pantalla de 7 pulgadas muy cuadrada que se ve bien incluso cuando el sol le pega de forma directa, pero a mi modo de ver la gestión de la misma para cambiar las informaciones es mejorable.
El volante es dos radios y está ligeramente aplanado en las partes superior e inferior. Tiene varios botones y selectores, pero no tardamos demasiado en ubicarlos. Además, entre ellos tenemos dos botones personalizables, que vienen muy bien. En mi caso, he configurado el favorito de la izquierda para los modos de conducción y el de la derecha para ajustar la retención.
La pantalla central es de 10,25 pulgadas. Como la otra, se ve bien incluso cuando el sol le pega de forma muy directa, pero tiene puntos mejorables, como la estructura de los menús, la precisión a la hora de tocarla o un estilo de texto que en ocasiones se antoja pequeño. A ello hay que añadir que la climatización está integrada, lo que a mi juicio nunca ayuda.
Lo que sí es muy bueno es el espacio de almacenaje y la cantidad de superficies para dejar objetos. Tenemos una bandeja de carga inalámbrica junto al selector del cambio, y más abajo aparecen dos posavasos, un amplio compartimento con cortinilla para ocultarlo y un reposabrazos que también tiene un hueco interno. No faltan tomas USB para cargar el móvil y proyectarlo en la pantalla multimedia.
En cuanto a la calidad se refiere, la parte superior del salpicadero está ligeramente mullida, pero el resto de componentes es rígido. Esto no me molesta en exceso, pero sí que encontremos superficies en negro brillantes y otros detalles como el plafón de techo que cruje o que los parasoles tengan espejo pero no iluminación. La firmeza de los asientos también es mejorable. Al final, el ahorro de costes tiene que salir a relucir por algún lado.
En las plazas posteriores tampoco tenemos iluminación, algo que echaremos en falta en la oscuridad para buscar esa chaqueta que hemos colocado ahí detrás o, por qué no decirlo, para colocar a un niño en su silla infantil. Tampoco hay reposabrazos centrales, que a mí siempre me gusta mucho. Eso sí, la apertura de la puerta es generosa y hay huecos para dejar objetos en los respaldos delanteros, revistero y toma USB central.
Pero yendo a lo importante, que es el espacio, tenemos una distancia media para las rodillas y para la cabeza. No es un vehículo sobrado de amplitud ni tampoco angosto. Cuatro adultos de 1,75 metros de altura viajarán bien, pero si en lugar de ese tamaño miden alrededor de 1,85, ya sí se sentirán incómodos por espacio para piernas y cabeza.
El maletero del MG4 tiene una capacidad de 363 litros, que es un volumen normal para su tamaño exterior. Ligeramente por debajo de un Cupra Born o un Renault Megane, pero nada que marque la diferencia.
Podemos colocar el suelo en dos alturas para dejar un doble fondo y que quede un piso plano al tumbar los asientos traseros. Por cierto, la apertura y el cierre no están automatizados, pero sí tenemos unos tapizados interiores bien resueltos.
Como decíamos al inicio, el MG4 Electric está disponible con cinco niveles de acabado, que se vinculan a baterías y motores específicos, por lo que cada uno tiene su autonomía y prestaciones. Hay tres baterías diferentes y cuatro niveles de potencia.
La versión MG 4 Standard es la más accesible de todas. Tiene una batería de 51 kWh para alimentar un motor de 170 CV, logrando una autonomía homologada de 350 kilómetros. Si no vas a usar el coche para viajar, esta versión cubrirá sin problemas tus necesidades principales.
Luego está el MG4 Comfort. Aquí ya tenemos una potencia de 204 CV y la batería cambia, para contar con una capacidad de 64 kWh y homologar una autonomía de 450 kilómetros. La terminación Luxury tiene la misma configuración de motor y batería, pero al cambiar el equipamiento varía ligeramente la autonomía, que se reduce a 435 km.
La opción Extended Range está más enfocada a las personas que hacen trayectos largos. Tiene 245 CV y amplía la batería a los 77 kWh, por lo que logra una autonomía de 520 km. No lo hemos probado, pero creemos que podrá acercarse a los 400 km en autopista con una carga.
Por último, tenemos el MG4 X-Power, una versión de altas prestaciones. Mientras que en el resto de variantes tenemos un motor en el eje trasero, en este tenemos uno en cada eje, que en conjunto generan nada menos que 435 CV. Un compacto eléctrico muy rápido, sin duda. También tiene una puesta a punto específica. En este caso usa la batería de 64 kWh y homologa 385 km de alcance.
Tras el resumen de las cinco versiones, vamos a profundizar en esta variante que hoy probamos. Es la Luxury, que lleva el motor de 204 CV y la batería de 64 kWh con una autonomía homologada de 435 km.
Según los datos que facilita el fabricante en su ficha técnica, esta batería es una NCM, es decir, que está compuesta principalmente por Níquel, Cobalto y Manganeso. Es de CATL y cuenta con refrigeración líquida. Respecto a las potencias de recarga, en alterna puede llegar a los 11 kW y hasta los 140 kW en corriente continua. En teoría, podría pasar del 10 al 80% de la carga en 26 min.
En cuanto a las prestaciones de rendimiento, esta opción desarrolla 204 CV y 250 Nm de par. La velocidad máxima está limitada a 160 km/h, mientras que puede hacer el 0 a 100 en 7,9 segundos.
El MG4 Eléctrico es un coche pensado para una conducción tranquila. Ojo, que con sus 204 CV es capaz de dejarte bien pegado al asiento, pero en principio ha sido concebido para circular de forma suave.
Esto se nota, por ejemplo, en sus suspensiones de corte más bien blando o en su dirección, que tiene poco peso. La carrocería balancea ligeramente cuando hacemos cambios de dirección rápidos, pero para nada se siente brusco o repentino en las reacciones, lo que siempre es positivo, mucho menos en una conducción relajada. Además, absorbe bien la gran mayoría de baches.
En ciudad es un vehículo muy fácil de conducir. Gracias a la respuesta del motor eléctrico, se siente un coche muy ágil para, por ejemplo, entrar a una rotonda o salir de un Stop. También se maniobra muy bien con él en parkings y lugares estrechos porque tiene una gran capacidad de giro. A esto también ayuda el hecho de contar con cámaras exteriores, aunque la verdad es que su definición es mejorable.
La opción de 204 CV probablemente sea la más recomendable por la respuesta que ofrece, teniendo en cuenta el uso habitual que se le va a dar al coche, aunque también es cierto que no he probado el resto de variantes.
Callejeando, como decía, es tremendamente ágil y está bien afinado, por lo que no es brusco. Luego en carretera no hay problemas para incorporarnos con mucha rapidez a una vía rápida o a la hora de hacer un adelantamiento, pues muestra unas recuperaciones realmente buenas.
Como detalle, el MG 4 Electric tiene varios modos de conducción que cambian la respuesta al pedal del acelerador y el peso de la dirección, aunque no se notan demasiado, todo hay que decirlo. No cuenta con amortiguadores adaptativos, por cierto.
También podemos gestionar la recuperación de energía en tres niveles de intensidad u optar por un modo automático que lo adapta en función de las condiciones de circulación. A ello hay que añadir que dispone de función “one pedal” pues puede llegar a detener el coche por completo si dejamos de pisar el acelerador.
La autonomía homologada de este coche eléctrico es de 435 kilómetros en la versión que nosotros estamos probando, que es la Luxury. En uso combinado, la verdad es que es muy difícil aproximarse a esos valores, pero tampoco estamos excesivamente lejos.
En ciudad hemos medido de entre 14 y 15 kWh/100 km, mientras que en autopista a ritmo legal lo habitual es estar alrededor de los 18 kWh/100 km, que son consumos muy aceptables. Por lo tanto, la autonomía en uso urbano podría acercarse a los 430 kilómetros, mientras que en autopista se podrían llegar a los 350 kilómetros con una sola carga apurando la capacidad de la batería.
En resumen, el MG4 Electric me ha parecido un buen candidato a convertirse en un coche eléctrico exitoso. Ya habéis visto que tiene sus cosas a mejorar, pero por precio y posicionamiento, creo que es un eléctrico ideal que es viable para muchas familias. Aunque claro, como todo eléctrico tiene sus limitaciones y necesitamos tener un garaje para cargarlo en el domicilio, pero también tiene sus ventajas.
En lo que a las tarifas se refiere, el precio del MG 4 Eléctrico Std es de 17.480 euros con todos los descuentos, campañas, financiación y ayudas del gobierno; siendo su PVP de 30.690 euros si quitamos todas esas reducciones de precio.
Por su parte, si nos planteamos la compra del Luxury, que es el que hemos probado, hablamos de un precio rebajado a 22.980 euros con ayudas, descuentos y financiación; que sería de 37.190 euros si pagamos al contado y no nos acogemos a las ayudas del gobierno.Versión Potencia Batería Autonomía Precio Con Moves + Descuentos Versión Potencia Batería Autonomía Precio Con Moves + Descuentos Standard 170 CV 51 kWh 350 km 30.690 € 17.480 € Comfort 204 CV 64 kWh 450 km 35.190 € 21.980 € Luxury 204 CV 64 kWh 435 km 37.190 € 22.980 € Extended Range 245 CV 77 kWh 520 km 40.690 € 28.480 € X-Power 435 CV 64 kWh 385 km 41.690 € 29.480 €
Fuente de este artículo: Eléctricos – Actualidad Motor
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