En la mañana de hoy, Skoda ha presentado la actualización de dos de sus coches de cara al 2024. Hablamos de los modelos Kamiq y Scala de la firma checa perteneciente al Grupo Volkswagen. En lo que respecta al Skoda Scala, para mí es uno de los modelos más infravalorados del mercado, pues ofrece un fantástico equilibrio entre precio y polivalencia.
Asentado sobre una plataforma destinada originalmente para el segmento B, aunque convenientemente estirada, el Skoda Scala tiene unas dimensiones y espacio interior de un coche compacto, como un Seat León, por poner un ejemplo, aunque los rivales son numerosos. Todo ello, además, con unas calidades correctas y un planteamiento muy sensato. ¿Pero qué novedades ofrece el Skoda Scala 2024?
Como decía, no se trata de un relevo generacional, sino una actualización en mitad de su ciclo de vida comercial para darle un poco de oxígeno, de aire fresco a este producto tan equilibrado. Por lo tanto, no esperes unas novedades muy notables.
Dicho esto, el Scala de Skoda ha recurrido a un poco de maquillaje estético para retocar su exterior y también a nuevas tecnologías. Por ejemplo, vemos que se ha rediseñado tímidamente el frontal con nuevos paragolpes y parrilla, pero también con nuevas ópticas afiladas que ahora pueden contar con iluminación Matrix LED por primera vez. Los pilotos posteriores también han sido revisados.
Si nos fijamos, también han modificado parcialmente los faldones delanteros y traseros, así como la gama de llantas, que comprenden dimensiones de 16 a 18 pulgadas. Como en el Kamiq y en el Fabia, el Skoda Scala 2024 está disponible con un acabado de presencia más deportiva, el Monte Carlo, que recurre a detalles específicos y contrastes en negro para incrementar esa percepción de deportividad.
Del mismo modo, en el habitáculo hay leves modificaciones, manteniendo la base de diseño del predecesor pero incrementando el aporte tecnológico. De serie viene con una pantalla de 8 pulgadas para el cuadro digital, que se puede ampliar a las 10,25 pulgadas en los acabados superiores gracias a un cockpit personalizable.
Mientras tanto, en el centro del salpicadero las versiones más accesibles vienen con pantalla multimedia de 8,25 pulgadas, que igualmente puede crecer hasta las 9,2 en diagonal si optamos por las terminaciones más equipadas, que por cierto incluyen navegador.
Por otro lado, la firma checa afirma que han aumentado el uso de materiales sostenibles y reciclados en diversos puntos del vehículo, como en el depósito del líquido para el limpiaparabrisas, los revestimientos para los pasos de rueda o algunos tapizados y las alfombrillas, que en este caso cuentan con fibras vegetales.
La única lástima es que Skoda no ha aprovechado esta actualización para mejorar la gama mecánica, aunque sea simplemente en el aspecto de utilizar algún tipo de microhibridación y así beneficiarse de la etiqueta Eco de la DGT en nuestro país.
En este sentido, el compacto checo está disponible con tres opciones de gasolina, no habiendo tampoco rastro de propulsores diésel. Por lo tanto, la oferta de motores se compone de un bloque 1.0 TSI con tres cilindros y potencias de 95 y 115 CV, con cambio manual de 5 marchas para el menos potente y 6 relaciones o DSG de 7 para el más prestacional. El tope de gama es el 1.5 TSI de 150 CV, que cuenta con desactivación de cilindros en situaciones de baja demanda para reducir emisiones y consumos.
Fuente – Skoda
Fuente de éste artículo: Lanzamientos – Actualidad Motor
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