Teoría sobre híbridos enchufables: todo lo básico que debes saber

19 de marzo de 2024
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Podemos concluir que la etiqueta Cero es algo así como la ‘súper-etiqueta’. Es la más beneficiosa, la que prácticamente no tiene límites, y en definitiva la que cualquier conductor querría para su coche. Pero no es ni mucho menos tan común como la Eco. 

Lo que sucede es que para que un coche porte el distintivo Cero tienen que darse esencialmente uno de estos dos condicionantes: que sea eléctrico o que sea híbrido enchufable. Y en este segundo caso, además, debe homologar al menos 40 km de autonomía según el ciclo de homologación WLTP. Si no, ‘baja’ a Eco.

Bajo los asientos traseros o bajo el piso del maletero es la ubicación más común para la batería de un PHEV.

Vamos a hablar aquí de los híbridos enchufables y analizaremos en qué se diferencian de los híbridos normales, por así llamarlos. Lo que tienen en común es que combinan un motor de combustión con uno eléctrico (o con más de uno). Sin embargo, en los híbridos enchufables la parte eléctrica cobra mucha más importancia, con motores más potentes, mayor tensión nominal y, sobre todo, con una batería de mayor capacidad. 

¿Un ejemplo? Pues pongámoslo con un mismo modelo que ofrezca ambas tecnologías, como es el Hyundai Tucson. El Tucson Híbrido lleva un motor 1.6 turbo de 180 CV asociado a un propulsor eléctrico de 61 CV y a una batería de 1,49 kWh. El Tucson PHEV (aprovecho para recordar que esas siglas significan Plug-In Hybrid Electric Vehicle, es decir, vehículo híbrido eléctrico enchufable) tiene ese mismo motor de gasolina pero asociado a un propulsor eléctrico de 91 CV y a una batería de 13,8 kWh de capacidad. 

Todos los híbridos enchufables portan la etiqueta Cero siempre que superen los 40 km de autonomía eléctrica según el ciclo de homologación WLTP.

¿Ves las diferencias? Aparte de más potencia eléctrica, la principal distinción de un híbrido enchufable frente a un híbrido normal es que su batería es mucho mayor (en este caso, nueve veces más) y que puede recargarse no solo mediante regeneración de energía, sino también enchufándola a la red. Y esa mayor capacidad se traduce en que puede recorrer muchos más kilómetros en modo eléctrico: en este caso, 62 km, mientras que su alternativa híbrida normal lógicamente apenas puede cubrir un par de kilómetros continuados en modo eléctrico.

Ahí está precisamente el gran atractivo de los híbridos enchufables, en que combinan lo mejor de los eléctricos con lo mejor de los automóviles de combustión. Con baterías que en términos generales oscilan entre 10 y 30 kWh de capacidad (en función del tamaño del vehículo, su peso, sofisticación, etc), tienen autonomía eléctrica como para ser utilizados como coches eléctricos en el día a día, en tus desplazamientos cotidianos, puesto que homologan normalmente entre 50 y 90 km. Algunos, los más caros, incluso más.

Sin que eso sea óbice para que también tengas las mismas prestaciones y libertades de movimiento que con un coche de combustión, puesto que precisamente hay un motor de combustión (normalmente de gasolina, pero también a veces diésel) que es el que manda cuando necesitas afrontar largos desplazamientos.

También conviene hablar del asunto de la recarga. ¿Cómo se recargan los vehículos híbridos enchufables? Bien, dado que la inmensa mayoría de ellos tienen baterías de capacidad no muy alta (de media, lo normal es que ronden los 13 ó 14 kWh; por encima de eso es excepcional), sólo ofrecen carga en corriente alterna, pudiéndolos enchufar en enchufes domésticos pero también en puntos de recarga públicos o en wallbox.

Si tienes el cable necesario (no todos los PHEV lo incluyen de serie), entonces podrás recargarlo a potencias más altas, pues muchos híbridos enchufables admiten cargas a potencias de hasta 7,4 kW, o incluso 11 kW.

Ahora bien, también hay híbridos enchufables que pueden recargarse en corriente continua, que resulta mucho más rápido, aunque no es lo común. Es el caso de los modelos de alta gama que cuentan con baterías de mucha capacidad, como puede ser, por ejemplo, un Mercedes C 300 e, cuya batería de 25,4 kWh de capacidad puede recargarse tanto en corriente alterna como continua, en este segundo caso a una potencia de hasta 55 kW y en menos de media hora.

Fuente de éste artículo: Tecnología – Autofacil.es

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