Los fusibles son unos pequeños dispositivos de seguridad que protegen los elementos eléctricos del coche -elevalunas, luces, radio…- y actúan como un seguro de vida para ellos: en caso de que se produzca una intensidad de corriente excesiva que pudiera dañar el sistema eléctrico, el fusible se rompe para evitarlo, cortando el flujo de corriente eléctrica.
Los fusibles se clasifican en función de los amperios que pueden soportar -eso es lo que indica el número que llevan grabado-. A su vez, el amperio es la unidad de medida de intensidad de la corriente eléctrica. Cuanto más potente sea el elemento a proteger, mayor será la intensidad que soporte su fusible. Pero ojo, no basta sólo con cambiarlo -más adelante te explicamos cómo hacerlo- porque la rotura de un fusible suele ocultar una avería…
La caja de fusibles de cada coche es diferente. Hemos utilizado, como ejemplo, la de un Audi A3 y esto es lo que contenía…
Fusibles de menos de 10 Amperios. Los fusibles más pequeños protegen el airbag, la alarma o el sensor de párking.Fusibles 10 Amperios. Sirven para sistemas como las luces, el equipo de audio o el cierre centralizado.Fusibles de 15 Amperios. Se utilizan para los limpiaparabrisas, las luces de freno o la bomba de combustibleFusibles de 20 Amperios. En el Audi A3, protegen la calefacción del asiento, el techo solar o el encendedor.Fusibles con más de 20 Amperios. Los elevalunas, el motor de arranque o el climatizador usan fusibles de 30A y 40A.
La caja de fusibles suele estar bajo el volante, oculta tras el umbral que separa el salpicadero y la puerta del conductor o en un lugar elevado, bajo el capó -consúltalo en el manual de usuario de tu coche-. Te explicamos cómo cambiarlos.
Para ello, debes retirar la tapa de plástico que oculta los fusibles. Suele ir encajada a presión.
Según el sistema que falle… tendrás que cambiar un fusible u otro. El libro de usuario del coche te dirá cuál debes sustituir.
Para ello deberás tirar del fusible. Aunque es posible hacerlo sin herramientas, resulta mucho más cómodo y sencillo hacerlo utilizando las pinzas especiales que encontrarás en la tapa de plástico que te mostrábamos en el paso 1.
Introduce el fusible nuevo en el hueco del viejo y vuelve a colocar la tapa de plástico.
En principio, es posible que sí y que te permita solucionar el problema provisionalmente -por ejemplo, si se rompe el del limpiaparabrisas y está lloviendo-. Sin embargo, los fusibles no se funden sin razón. Suelen romperse por un pico de intensidad eléctrica, así que lo más probable es que su rotura se haya producido por algún problema en el sistema eléctrico sobre el que actúa dicho fusible.
Si es así, el fusible volverá a romperse en cualquier momento. Puede ser en el mismo instante en el que acciones el sistema eléctrico sobre el que actúa… o cualquier día, de buenas a primeras. Con todo, si se rompe un fusible, debes llevar el coche a un taller de electricidad del automóvil o al concesionario para que comprueben si existe alguna anomalía en el circuito eléctrico.
No; como mucho, el fusible volverá a fundirse… y ese sistema quedará inutilizado hasta que lo reparen.
Será una avería grave -probablemente, un cortocircuito- si el fusible se ha fundido y, nada más cambiarlo, se vuelve a fundir.
No; por ejemplo, si se funde el fusible que activa el airbag, te quedarás sin él… y sin todos los sistemas que controle ese mismo fusible. Si cambias el fusible, volverá a funcionar… pero si se vuelve a romper, te quedarás de nuevo sin ese dispositivo.
Siempre, aunque hayas cambiado el fusible y no se haya vuelto a fundir; es importante revisar el circuito y descubrir el origen del fallo.
Es probable que provoques una avería grave en todo el sistema que proteja ese fusible. Por ejemplo, si es el del motor de arranque, lo quemarás.
Suelen venderse en cajas de ocho o diez unidades. Cada una cuesta algo más de un euro, y llevan fusibles de todos los amperajes. Normalmente valen para cualquier coche.
En tiendas de repuestos, en centros del automóvil, en las grandes superficies o en los talleres oficiales.
Tienen una mera función identificativa: los naranjas son de 5A; los rojos, de 10A; los azules, de 15A; los amarillos, de 20A; los blancos, de 25, los verdes, de 30…
Tener fusibles de recambio en el coche es, incluso, más importante que llevar bombillas de repuesto porque la rotura de alguno de ellos puede significar el fin de tu viaje. Piensa qué pasaría si, por ejemplo, si se funde el de las luces de cruce en plena noche. No pueden multarte por no llevarlos, pero sí por circular sin luces. Independientemente de esto, todas las marcas lo recomiendan y por eso normalmente incluyen al menos uno de cada tipo en la caja de las bombillas de repuesto.
Cuanto más antiguo y básico sea el modelo, menos fusibles necesitará su sistema eléctrico. La razón es sencilla: al estar menos equipado, hay menos dispositivos que proteger. Así, por ejemplo, un Seat Mii, empleará entre 15 y 20 fusibles. En cambio, un modelo con un equipamiento más completo -aire acondicionado, airbags, elevalunas eléctricos, ABS, ESP…- podía precisar más de 30 fusibles.
Fuente de éste artículo: Tecnología – Autofacil.es
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