Película: La presa

11 de agosto de 2022
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Flavio Briatore, junto a Fernando Alonso.

La idea era realmente mala. Unos indios, de los de plumas y flechas, enfrentados a un monstruo espacial, al que al final se cargan a pesar de su parafernalia tecnológica. Pues resulta que parece ser que la película es estupenda. Y para película, la de Fernando Alonso, Aston Martin y cómo creemos que ha ocurrido todo.

Y esta película, la que se estrenó el 1 de agosto a las diez en punto de la mañana con el comunicado de Aston Martin, está siendo el taquillazo del verano. Protagonista Fernando Alonso; artista invitado Oscar Piastri; el machaca del malo es Otmar Szafnauer; el jefe del malo Laurent Rossi; el jefe de Spectra Luca de Meo; los productores de la película son Alpine y Aston Martin. Y ojo… el director, jefe de montaje, guionista y desiluminador ha sido Flavio Briatore, que ha sido claramente el fontanero de toda la Operación Salida del asturiano de actual equipo.

Ah, y no olvidar: productores asociados, Aramco, que sin saberlo han tenido algo que ver. Todos ellos son los que han montado el culebrón del verano en la Fórmula 1 de 2022. Y para explicar muchas de las escenas de este cortometraje, potente e intenso, hay que echar mano de datos tangibles, noticias, declaraciones, visitas inesperadas, fotos en Instagram, sospechas, rumores y hechos demostrables. Vamos a desglosar el guión escrito por el italiano, que no tiene que ser muy preciso, pero tiene visos de ser lo más cercano a la realidad más palmaria.

La falta de confianza por parte de Fernando se hizo patente, sobre todo con la llegada de Otmar Szafnauer

Fernando Alonso es un corredor extraordinario, durante años ha atemorizado a toda la parrilla, era el hueso que nadie deseaba roer sobre el asfalto, y sus capacidades han dejado muestras de brillo de forma reciente. Pero siendo un piloto brillante, desde que salió de Ferrari a finales de 2014, nunca volvió a estar en un equipo que le diera opciones a ganar carreras, y mucho menos títulos. La McLaren-Honda en la que aterrizó en 2015 venía de acabar quinta el año previo, la Alpine de 2020 acabó tan quinta ese año como la temporada previa, y la Aston Martin en la que aterrizará en 2023 está novena, penúltima de la tabla clasificatoria. Sus equipos desde que dejó de vestir de rojo, brillantes no han sido, como tampoco lo han sido en buena lógica, sus resultados lastrados por unos medios limitados y limitantes. Creía que podría ganar con Alpine a su regreso y esto no ha ocurrido. Esta es la realidad.

Es aquí, tras este teaser, cuando comienza la película. Alonso, con Briatore detrás, pergeñó su regreso a la categoría tras dos años de excedencia. Su idea, o al menos la que expuso, es que ‘gracias a las nuevas regulaciones aerodinámicas, la llegada del efecto suelo, la menor incidencia del motor en las prestaciones de conjunto de los monoplazas con Alpine tendría posibilidades de ganar’ (frase no literal pero extraída de diversas declaraciones realizadas por ambos). Tanto el bicampeón como Briatore dijeron a quien quiera escucharles que sólo volvería para ganar, no para cerrar parrillas.

El Covid trastocó sus planes iniciales, transitó por 2021 con un coche casi calcado al del año previo, y la revolución llegó en 2022. El dilema se dilucida cuando a pesar del advenimiento de las nuevas regulaciones, su situación deportiva queda más o menos donde estaba, sin una mejora visible desde el punto de los resultados. No solo eso, sino que durante los primeros meses ocurren cosas rarunas en el seno de Enstone. Marcin Budkowski, padre del actual monoplaza, traído a rastras desde la FIA y no sin muchas quejas de todos los equipos, salió por la puerta antes incluso de ver correr a su criatura. Davide Brivio, sacado a rastras del equipo Suzuki de MotoGP, desapareció de la escena tras haber sido nombrado director de la formación. Alain Prost, asesor, consejero, amigos o lo que se quiera, pero figura mediática de peso en el país de su marca matriz, Francia, es echado de mala manera. Durante su marcha dejó una suerte de maldición gitana sobre la mesa, con varios mensajes acerca de la poca fiabilidad del motor, y auguraba poco éxito al conjunto. Algo de razón debía llevar el galo porque, por diversos motivos, en el ecuador de la temporada Alpine ya llevaba consumidos más motores de los permitidos para toda la temporada sin incurrir en sanciones.

La apuesta de Fernando Alonso por Alpine no ha salido según lo esperado.

Fuente de éste artículo: Motor.es

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