Averías más comunes en coches eléctricos

5 de junio de 2024
0 Comentarios

El parque automovilístico eléctrico no es muy amplio aún, menos en España, pero países como Noruega, tienen ya una gran cantidad de este tipo de vehículos, por lo que ya existen estadísticas suficientes para determinar cuáles son las averías más frecuentes en este tipo de coches. No obstante, no llevan tanto tiempo como para ver posibles problemas a largo plazo…

Sea como sea, si quieres comprar un coche eléctrico o ya tienes uno, deberías conocer cuáles son las averías más frecuentes para estar preparado y que no te deje tirado en tus futuros viajes.

Problemas y averías más frecuentes en los coches eléctricos

Entre los problemas o averías más frecuentes de un coche eléctrico, deberías prestar atención especialmente a:

Pinchazos y reventones

Un pinchazo ocurre cuando la cubierta del neumático se perfora o se daña, permitiendo que se escape el aire. Como es lógico, los coches eléctricos siguen usando neumáticos con aire, por lo que no son inmunes a este problema, que suele ser el más habitual, especialmente cuando se circula por terrenos más inóspitos o con trozos o restos que puedan ser punzantes. Por otro lado, la pérdida de presión no siempre está relacionada con un pinchazo, también puede ser a consecuencia de problemas con la válvula de aire o los cambios de temperatura, o simplemente por la pérdida de presión que ocurre con el tiempo.

Los reventones también son otra variante de los pinchazos, solo que en vez de dejar salir el aire lentamente, se produce una explosión de la cubierta del neumático o un desgarre, desprendiéndolo de la llanta en ocasiones, lo que generará un daño más repentino, pudiendo comprometer incluso la estabilidad y seguridad del coche. No obstante, no son tan frecuentes, y pueden ocurrir con golpes muy fuertes o cortes.

Por tanto, ten siempre a mano una rueda de respuesto y las herramientas necesarias para un cambio…

Temperatura

La temperatura es uno de los problemas más preocupantes para las baterías de litio que usan estos coches. Aunque por lo general se tienen que dar condiciones muy extremas para que se vean seriamente afectadas, en climas más extremos, como en el norte de Europa, o en temperaturas muy cálidas como en zonas desérticas, podrían tener problemas. Mientras que las bajas temperaturas pueden reducir los procesos químicos que producen corriente eléctrica en las células, las altas temperaturas pueden mermar su capacidad o dañarlas.

Vibraciones en el volante

Las vibraciones en el volante al conducir pueden indicar un problema de balanceo de las ruedas, una mala distribución de los pesos de la llanta, o tal vez por haberle dado un golpe fuerte a la dirección, lo cual necesitará re-calibrar el sistema. Si notas que la dirección vibra a una cierta velocidad o al girar, lo más seguro es que sea este el problema. Es bastante común si has tenido un toque o le has dado a un bordillo fuertemente…

Fallos en el sistema electrónico

Al igual que un coche convencional, un coche eléctrico cuenta con diversos sistemas electrónicos que controlan su funcionamiento. Las averías más comunes incluyen desde problemas en la ECU si ha salido con algún fallo de fábrica, hasta problemas con los sensores de temperatura, velocidad, etc., así como fallos en los distintos actuadores o transductores que tiene el vehículo y que controlan la aceleración, velocidad, etc. También pueden deberse a problemas de software o firmware, y podrían necesitar una actualización. Estos fallos pueden afectar tanto al sistema de infoentretenimiento, como al sistema de arranque, etc.

Averías en el sistema de frenado

Si bien los coches eléctricos utilizan la frenada regenerativa para recuperar energía al frenar, también cuentan con un sistema de frenado convencional con discos y pastillas. Las averías más comunes pasan simplemente por el desgaste de las pastillas de freno o el disco, fallos o deformaciones en los discos, cristalización, problemas con el líquido de frenos o el sistema hidráulico, etc. Con un buen mantenimiento y revisiones, esto no debería se problema.

Averías en el sistema de carga

El sistema de carga es responsable de transferir la energía de la red eléctrica o de un cargador a la batería del coche, y a la batería. Es una de las averías más frecuentes que puedes encontrarte con este tipo de vehículos, ya que el cargador o adaptador puede fallar, dañarse por golpes, uso incorrecto, o exponerlo a condiciones climáticas para las que no esté preparado. También son susceptibles los cables, que pueden sufrir desgaste, cortes, etc., como los de cualquier aparato eléctrico. Generalmente, con un cambio de adaptador o cableado será suficiente… Por cierto, ten en cuenta también las recomendaciones del fabricante de tu vehículo, y no sometas a la batería a voltajes o potencias de carga superiores a las soportadas.

Problemas con la batería

La batería es el componente más caro y vital de un coche eléctrico. Aunque las baterías de litio actuales son robustas y fiables, pueden darse algunos problemas. Por ejemplo, la reducción de la autonomía cuando se aumentan el número de ciclos de carga y descarga, algo normal, ya que con los años irán perdiendo un porcentaje importante de capacidad sin que se pueda hacer mucho. El calor extremo también podría degradar las baterías y hacer que se dañen o reduzcan su tiempo de vida. También la carga rápida puede degenerarlas más rápidamente, ya que mientras más potencia o rápida es la carga, más dañará la batería. Así que, lo ideal es una carga más lenta, pero menos dañina.

Las celdas de la batería en rara ocasión pueden fallar, pero si tienen un defecto de fábrica no es descartable. Podrían producir una pérdida de potencia, o incluso un incendio si se fuga el electrolito.

Averías en el motor eléctrico

Aunque los motores eléctricos son bastante más simples que los de combustión, con menos piezas y más simplicidad, el motor eléctrico es el corazón del coche eléctrico y, también podría fallar, aunque no debería de hacerlo en años si está bien construido y es de calidad. No obstante, un sobrecalentamiento podría reducir su vida útil, o también podrían romperse los rodamientos por desgaste, suciedad, vibraciones, etc., e incluso podría haber problemas con los imanes del corazón del motor, que pueden debilitarse o dañarse, generarse problemas con el bobinado, etc.

Fuente de este artículo: Eléctricos – Actualidad Motor

Enlace de la fuente: Visitar a la fuente

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *