
El Tesla Model X 2025 llega con una serie de retoques discretos que no pasan desapercibidos. Sobre todo para quienes están al pendiente de la trayectoria del fabricante fundado por Elon Musk. Mientras el mercado esperaba importantes innovaciones, en la empresa finalmente han optado por aplicarle pequeños ajustes en acabados, tecnología y equipamiento. Todo ello se acompaña por un aumento de precio en todas sus versiones que a buen seguro no ayudará a que sus ventas, en todo el mundo, crezcan…
El SUV eléctrico de Tesla ha recibido una actualización que, aunque no supone un cambio revolucionario, introduce algunas mejoras en el confort y la funcionalidad que buscan mantener el atractivo del modelo en un segmento cada vez más competitivo. Su gran conjunto de rivales están cercándolo por todos lados y por ello este ligerísimo restyling irá llegando poco a poco a todos y cada uno de los mercados en los que están presentes. Eso sí, por ahora, todas estas novedades solo están disponibles en Estados Unidos.
Entre las principales modificaciones exteriores del nuevo Model X se encuentran dos colores inéditos para la carrocería. Por un lado está el Azul Escarcha (Frost Blue Metallic) y por otro el Negro Diamante (Diamond Black), ambos con un coste adicional. Además, se han rediseñado los parachoques y se han actualizado las llantas de aleación aerodinámicas, lo que contribuye a una ligera mejora de la eficiencia y el aspecto general del vehículo.
En el apartado de llantas, ahora las «Perihelix» de 20 pulgadas se incluyen de serie, mientras que unas nuevas «Machina» de 22 pulgadas están disponibles como opción, con un suplemento considerable en el precio final.
En el interior, el Model X incorpora iluminación ambiental dinámica y personalizable, que se activa automáticamente al entrar. Hay nuevas animaciones luminosas tanto en el salpicadero como en las puertas, aportando un ambiente más moderno y configurable.
El aislamiento acústico ha sido mejorado, con sistemas de cancelación activa de ruido y mayor protección contra el sonido del viento y la carretera. Además, se incluye una cámara frontal en el parachoques, ya presente en otros modelos de la marca, que mejora la visibilidad y el funcionamiento de los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS).
Uno de los puntos donde más ha trabajado Tesla es en el aprovechamiento del espacio interior. La tercera fila de asientos y la capacidad del maletero han sido optimizadas, haciendo al Model X aún más adecuado para familias o quienes necesitan mayor volumen de carga.
Queda como opción el volante tipo yoke, disponible solo en la variante Plaid por un extra. Tesla mantiene, eso sí, el diseño minimalista y la disposición de mandos centrada en la pantalla central, aunque no introduce la esperada vuelta de la palanca de intermitentes tradicional, una decisión que sigue dando que hablar entre propietarios y prensa especializada.
Las versiones del Model X mantienen su configuración Long Range y Plaid, ambas con tracción total. La autonomía que homologan en la versión Long Range se eleva ligeramente hasta los 566 kilómetros (EPA), mientras que la variante Plaid ofrece 539 kilómetros, lo que sitúa al Model X como uno de los SUV eléctricos con mayor rango del mercado. Las cifras de aceleración también siguen llamando la atención: el Model X Plaid anuncia un 0 a 100 km/h en apenas 2,5 segundos.
El incremento de precio es uno de los rasgos más destacados de esta actualización. Todas las versiones han subido en torno a 5.000 dólares respecto a los modelos anteriores. Los precios actuales para el mercado estadounidense quedan así:
Por ahora, no hay datos oficiales sobre el lanzamiento de estas variantes en Europa, aunque se espera que lleguen próximamente.
Muchos seguidores de la marca esperaban novedades de mayor calado, como nuevos motores, una arquitectura eléctrica de mayor voltaje o la incorporación del steer-by-wire. Sin embargo, la actualización se centra en detalles menores y no ha llegado a satisfacer del todo las demandas de quienes vaticinaban una revolución similar a la vista en modelos más recientes de Tesla. El propio fabricante ha reconocido que Model S y Model X se mantienen principalmente por motivos emocionales y para completar la gama, dado el descenso de ventas en los últimos tiempos.
El nuevo Tesla Model X 2025 trae pequeños avances en equipamiento, autonomía y confort interior, aunque no representa una transformación radical respecto al que ya conocíamos. El gran aumento de precio no se justifica por estas mejoras menores y por la exclusividad que sigue representando el SUV más grande de la marca americana dentro de su catálogo. Habrá que ver si ahora todos los fans de la marca salen a su rescate o, si por el contrario, seguirá languideciendo en ventas ante la falta de más novedades ¿No?
Fuente – Tesla
Imágenes | Tesla
Fuente de este artículo: Lanzamientos – Actualidad Motor
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