Lujo es la palabra que más gusta repetir a los fabricantes de vehículos premium. Lo más curioso de todo es que tiene una doble lectura que, según quien la lea, puede hacer que su significado cambie. Por una parte están las características tangibles que otorgan ese estatus al producto asociado a esta palabra. Estas no tienen, o no deberían, tener tacha pero el problema llega cuando toca «adentrarse» en el mundo de los intangibles.
Es ahí donde cualquier marca, que quiera ser premium, empieza a vender su lujo. Bentley es una de esas firmas a las que no se puede poner tacha al lujo que vende. Sus modelos están a tal nivel que el tangible e intangible salta a la vista por todos sus poros y nadie mejor que ellos para explotarlos. De hecho, su división Mulliner vive un incremento de pedidos que se ha quintuplicado desde el año 2018. Y este 2022 ha sido realmente bueno…
Si haces un poco de memoria recordarás que en julio de 2021 te contamos que Bentley celebraba las primeras 1.000 creaciones especiales de Mulliner. Pues bien, ha pasado poco más de un año y la casa de Crewe vuelve para contarnos que han cumplido un nuevo hito, aunque en este caso circunscrito al ejercicio 2022. Según su nota de prensa oficial, durante este año Mulliner ha llevado a cabo un total de 500 preparaciones especiales.
Quizá pienses que desarrollar 500 preparaciones especiales es muy poco para un año completo. Pero hay un dato importante que te ayudará a entender y poner en perspectiva la importancia de tal logro. Para completar las primeras 1.000 unidades Mulliner, Bentley trabajó entre los años 2014 y 2021. Por tanto es un hito a reseñar que pocas firmas premium han podido igualar a lo largo de su historia. Y lo más importante, con igual éxito.
Así es que para celebrar la unidad 500 de 2022 Mulliner cumple el encargo de un cliente británico. El modelo elegido es un Flying Spur S Hybrid acabado en el nuevo tono Spark Blue. A modo de contraste luce un conjunto de molduras pertenecientes a la especificación Blackline que sustituye a los cromados tradicionales. Y no se olvida de montar unas llantas de aleación de 22 pulgadas de diez radios en negro y el logo Flying B iluminado.
Los cambios que luce el interior son más suntuosos. La tapicería es de cuero color Beluga con acolchado de diamantes y toques Klein Blue. Además la fibra de carbono, con brillo, se extiende por diferentes zonas que van desde el salpicadero hasta las puertas o el túnel central. Por último, las salidas de ventilación, los biseles de los controles y otros mandos accesorios lucen un acabado pulido.
Fuente – Bentley
Fuente de éste artículo: Lanzamientos – Actualidad Motor
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